En Santa María del Puerto, siguiendo la ruta del sendero PR AS-10, se inicia la ruta atravesando el pueblo vaqueiro por su margen oeste para tomar a sus afueras una pista de uso restringido a los vecinos y ganaderos. Tomando siempre las desviaciones a la izquierda, se alcanza enseguida el puente que cruza el río Bayo. Desde este punto se prosigue la ascensión por la pradera para encontrar el camino que acompaña la traída de aguas de Santa María del Puerto.

Continuando la excursión por la misma pista se llega al inicio del valle de Veiga Cimera, donde hay un hermoso manantial. Desde la fuente debe ascenderse a mano derecha para alcanzar una pequeña explanada. Atravesada ésta, por su margen izquierda, se encuentra el collado de Caránganas, desde donde la ruta prosigue, a media ladera, por encima de la Vega de Penouta. Durante todo el trayecto, se divisa, a la derecha de la senda, la Peña Penouta y, a la izquierda, las crestas del Picu Prefustes y Miro Malo. Enseguida se alcanza una hermosa collada con vistas al Picu del Cornón.

Atravesando el collado y después de una ligera bajada por una valleja, la senda llega al Boquete de Las Mozarras, altiplano silíceo tapizado de matorrales subalpinos donde abundan enebros rastreros y arándanos, y surcada por multitud de regueros que conforman un paisaje entrecortado y salpicado de pequeños «chamazos». Quedan a la derecha Peña Blanca y El Fontanón y se alcanza la base del Cornón para ascender a la cima por la denominada Escalera del Cornón, en la cara sur de la cumbre y disfrutar de inmejorables vistas sobre los montes y vegas que conforman el límite de Asturias y León. Además, si el día es despejado, desde esta altura se tiene una espléndida vista de la Cordillera Cantábrica, desde las Ubiñas, en el concejo de Quirós, al Pico Miravalles, en Ibias, e incluso del mar.

El Cornón, con sus 2.194 metros, es el punto más alto del concejo de Somiedo. Levantado sobre cuarcitas blancas, se encuentra tapizado por infinidad de especies de líquenes que, según las condiciones lumínicas y de humedad, le confieren distintos colores, resultando sorprendente su cambiante cromatismo. Corona la cima un vértice geodésico, así como un buzón montañero y un gran mojón de piedra de más de dos metros de altura.

Durante el trayecto, si se camina en silencio, es fácil observar grupos de rebecos pastando. Igualmente, es visible un gran número de aves rapaces: ratoneros, cernícalos, halcones abejeros, águilas culebreras y reales, alimoches y buitres leonados, e incluso en algunas ocasiones cigüeñas, pues se trata de uno de los escasos lugares de Asturias desde donde es posible avistar esta especie.

Se desciende del Cornón hacia la collada que comparte con el Cornin y descendiendo hasta la cueva del Cornín llegamos al valle del Cornón y a continuación se llega a la cabecera del Valle las Cereizales donde nace el rio Pigüeña, el cual seguiremos en su descenso, primero a través de la Braña del Piojo, luego la Braña Viecha, a continuación la Braña de los Cuartos y un poco mas abajo atravesamos la braña de La Pornacal, que con sus 33 teitos es la más grande de Somiedo, y por último Villar de Vildas.

Desde el Cornón también podemos hacer descenso dirigiéndonos a la izquierda siguiendo la crestería de Peña Bermeja hasta la laguna de Fontarente. Aquí seguimos recto y bajamos por un pequeño camino ganadero hasta Braña Viecha donde seguiremos la pista hacia la braña de los Cuartos y La Pornacal y así llegar a Villar de Vildas (860 metros).