PUNTO PARTIDA:
Desde el puente de Wamba (1.360 metros), situado en una curva bajando del Puerto de San Isidro pasada la Estación Invernal, ya en tierras de León. DIFICULTAD:
Media.
DURACIÓN:
7 horas.
DESNIVEL:
727 metros en ascenso, 1.416 metros en descenso.
CARTOGRAFÍA:
79-I, II y III del IGN, escala 1:25.000.
DESCRIPCIÓN:
Redes es uno de los bosques mejor conservados de toda la Península. El bosque que da nombre al parque natural de Redes, de unos 344 kilómetros cuadrados, se emplaza en el valle del río Monasterio, afluente del río Nalón. Limita al sur con los 2.000 metros de altitud de la Peña del Viento, Rapaína y Rapaona (donde existen circos glaciares y lagunas de circo), al este la vega de Brañagallones (que hace referencia a la proliferación de urogallo en la zona), al norte la garganta del río Monasterio y al noroeste, la sierra de Braña Piñueli.
Después de pasar la estación invernal de San Isidro, por la vertiente leonesa, llegamos al puente de Wamba; un poco antes se toma una pista del mismo nombre. En suave ascenso a lo largo de 4 km. sorteamos los accidentes del arroyo de los Fornos, cruzaremos por amplias praderas, monte de retama y brezo, hasta llegar a la Collada del Acebal (1.706 m.) que distinguiremos por la presencia de un refugio perteneciente al Coto de Caza de Redes (Por este lugar cruzaba el Camino de Castilla del que se servían en el pasado los habitantes del Concejo de Caso para hacer llegar sus productos a la Meseta).
Desde la collada parte un sendero que, metiéndose por la ladera sur, va tomando altura suavemente hasta ganar la collada Agujas. Tras girar al N. vamos remontando la suave ladera que nos lleva a la cima de la peña el Viento ( 2000 metros). En un día claro podemos disfrutar de una diáfana vista de los Picos de Europa, Macizo de Mampodre, Peña Ubiña y Somiedo, así como los valles que forman la cuenca del río Monasterio y la inmensa masa forestal del bosque de Redes.
En la cumbre podemos optar o bien por descender pegados a la Cuchilla hasta la Vega de Valdevezón, y desde ésta por un camino flanqueado por un extraordinario bosque de hayas hasta llegar a Brañagallones, o bien, volver sobre nuestros pasos de nuevo a la Collada del Acebal.
Si tomamos esta última variante iniciaremos luego un descenso que se torna en pronunciada bajada al tomar un desvío del camino a mano derecha, y que desemboca en la Majada de Mericueria (1.357 metros). En el lado contrario por el que hemos accedido a esta pequeña Vega salpicada de cabañas, encontraremos un escondido sendero que siguiendo la vaguada del Arroyo Acebal por su margen derecha, nos adentra en el Hayedo de Redes. Siete kms. de camino abovedado por hayas nos dejarán directamente, por el poniente, en Brañagallones.
En las verdes campas de esta hermosa Vega a 1.229 metros de altitud, se conservan remozadas cabañas de piedra, algunas de las cuales son utilizadas por los vaqueros del lugar como viviendas estacionales. Las brañas se hallan rodeadas por densos bosques y paredones rocosos de caliza, entre cuyas alturas destaca el Canto del Oso (1.800 metros) y la citada Peña del Viento (2.000 metros), cimas emblemáticas de la zona, cuyas faldas se encuentran tapizadas por hayas y arbustos que trepan hasta las alturas.
Siguiendo la marcha por la parte baja de la Vega para, sin abandonar el desfiladero esculpido por el Río Monasterio, alcanzar el pueblo de Bezanes. Primero atravesamos unos amplios lastrales desprovistos de vegetación hasta el Arco o Túnel del Crestón. A partir de aquí iremos de forma paulatina introduciéndonos en el follaje compuesto por avellanos, fresnos, sauces y arces que crecen en los bordes; se pasa por la Foz del Retoyu; las majadas de Biariz, Andorvio y la Grandiella, los montes del Coto Abellar, los Carquexales; el camino serpentea y se asoma repetidamente al barranco mismo. La pista mantiene su horizontalidad en cómodo descenso durante 8 kms. hasta llegar a un mirador sobre el Valle del Nalón (976 metros) llamado El Texu La Oración. Desde este emplazamiento se domina buena parte del Concejo de Caso, sus pueblos y las montañas casinas. En este punto la pista cae vertiginosamente en zigzag por una ladera a lo largo de casi 3 kms., cruzando un frondoso bosque de castaños, que de vez en cuando se abre en verdes prados vallados con troncos. Finalmente el inclinado y culebreante camino nos deja en Bezanes (654 metros).