PUNTO PARTIDA:
La ruta comienza en Jargú junto a una garita de autocar aislada en una solitaria recta del Desfiladero de La Hermida. Para llegar a esta marquesina de Jargú, se coge en Panes (capital de Peñamellera Baja) la carretera N-621, que une –a través del desfiladero comido por el río Deva – esta villa del oriente asturiano con la villa de Potes, encrucijada de valles de la comarca lebaniega (Cantabria).
Jargú se encuentra pasado el km.169 de la carretera N- 621, entre las contadas casas de Estragüeña y la Venta de Rumenes (aún en Asturias), donde sube la estrecha y sinuosa carreteruca de Cuñaba.
DIFICULTAD:
Fácil/Media.
DURACIÓN:
5 horas y 30 minutos.
DESNIVEL:
900 metros.
CARTOGRAFÍA:
56-II del IGN, escala 1:25.000.
DESCRIPCIÓN:
1) Jargú – Cuñaba
La vieja marquesina de Jargú sorprende al viajero curioso. Este reducido techo está asociado a una parada de la línea regular de autobuses. Mas no se vislumbran casas o construcciones alrededor. Sólo cuando el autobús se detiene, se descubre un camino carretero a contramano.
No hace mucho se encontraban corizas atechadas en la marquesina. El escondido camino, que muere al borde de la carretera, era el medio de comunicación de los vecinos de Cuñaba. Bajaban del pueblo al Desfiladero de La Hermida para coger “la línea”. En la marquesina aprovechaban para cambiarse las corizas por el calzado de “los domingos”, a fin de no estropearlo por el tramo de camino.
Al inicio del camino se encuentra un panel de un sendero de pequeño recorrido que, en los primeros compases, acompaña nuestra ruta.
El viejo camino de Cuñaba traza desiguales tornos, adaptándose a los condicionantes de esta ladera del desfiladero. Poco a poco se va dejando el río Deva en el fondo del Desfiladero de la Hermida. Destaca, en la margen derecha, el Triolda que, en estos parajes, semeja la silueta del Picu Urriellu, de ahí que también se le conozca como “falso Naranjo”.
El bosque mediterráneo tiene cabida en los agrestes desfiladeros cantábricos. La encina crece por todos los rincones de La Hermida.
Una pequeña transición a otro tipo de bosque apunta la proximidad al pueblo de Cuñaba. El castaño gana terreno a la encina, mientras se llega al primer invernal. Un par de ramales sin trascendencia deja el camino en el extremo final de una pista que baja de Cuñaba al cementerio del pueblo.
No queda más que seguir la pista para alcanzar la plazoleta de Cuñaba, donde aparcan los coches que llegan por la sinuosa carretera, menos directa que este antiguo camino. Lavadero, bar y parque infantil convierten a esta escorada plazoleta en el centro de Cuñaba.
2) Cuñaba – Torna Las Huertas.
Cuñaba se recoge en un apartado alto del Desfiladero de la Hermida, protegido por tres bastiones modestos. Al Sur se eleva el Cueto Cuñaba, por cuyas faldas desciende el último tramo de carretera. Destaca en esta peña un ojal sito a su derecha (desde la perspectiva de Cuñaba), en cuyo arco superior se ha colocado una crucecita.
Cuñaba se oculta del ocaso. Las estribaciones de la Sierra Nedrina rompen cortantes sobre las faldas en que se resguarda esta esquina asturiana.
Torna las Huertas hace de barrera natural para frenar los fríos vientos norteños. El Pico Cerréu (Nordeste de Cuñaba) se erige como cima principal de este crestón. El Paré Pedrón denomina las verticalidades que tajan el Picu Cerréu por su cara Sur.
En el Norte se oculta el Collao Tremaño, entre las faldas de la Sierra Nedrina y el extremo de Torna las Huertas. Hacia esta collada sube la pista hormigonada de acceso a los invernales de Tremaño, que la preceden. Por el Collao Tremaño devolan las torretas de la luz. También es punto de paso del PR señalizado desde Jargú; un GR más antiguo, medio despintado, y otra variante de subida al Torna las Huertas.
El entorno de Cuñaba no tiene freno por el Este. Abre su boca a las profundidades del Deva, con la cómplice mirada del “falso Naranjo”.
Se reemprende la marcha camino de Valdanza. La vista se dirige un poco más al Nordeste del Picu Cerréu. Para devolar a esta majada se debe doblar la Cuesta Cerréu, es decir, la línea de crestón que baja del pico homónimo a las cortadas sobre el Desfiladero de la Hermida.
Sin atender las marcas del PR, se caleya por Cuñaba hasta un par de casas a las afueras del pueblo. Aquí nace un sendero de tierra que va ganando altura sobre la muria superior de una finca, destacada por la cantidad de colmenas alineadas.
De espaldas a Cuñaba, el sendero se deja tragar por el encinar. Tras un largo ascenso forestal, se tropieza con una canal abierta de fincas aterrazadas. Se atraviesa en llano entre las murias de las escalonadas praderas.
Al otro lado de esta canal, el Paré Pedrón muere en los contrafuertes verticales de su base. El sendero pasa al lado de la Cueva Curios. Esta boca de la peña ha sido aprovechada por los vecinos de Cuñaba para construir una especie de invernal rupestre donde resguardar el ganado.
Se ha rebasado la mancha superior de encinar. Una amplia canal se deja caer desde los bermejos desplomes de Paré Pedrón hasta las mismas orillas del Deva. Continúa el ascenso, cortando la canal por una gravera. Una solitaria encina, se nutre de la caliza del pedrero, sirviendo como reposo y guía de este continuo ascenso.
No cede el encinar, mas apunta el terreno de transición hacia la montuna Cuesta Cerréu. El declive del encinar da paso al dominio del matorral. La peña también empieza a abrirse camino. El sendero de tierra trepa entre matos y llambrias. Unos tramos muriados recuerdan un presente lejano de una vieja vía de comunicación.
El camino choca contra un requiebro acanalado. Se progresa por esta falla del terreno. El sendero surca las peñas aprovechando, si procede, el lateral de la brecha, para encaramarse a su final.
La pendiente se atenúa. Los rastros del camino se van desvaneciendo según se retraen los últimos reductos del encinar.
Salidos a la despoblada Cuesta Cerréu la ruta flanquea a espaldas del cerro que le da nombre. Coronada la cuesta, se deja el perdido camino, para acometer la subida al Pico Cerréu.
Se remonta por toda la llombona del mismo, que poco a poco se va definiendo como escabroso crestón. Resabiados de las bellezas mediterráneas del Desfiladero de La Hermida, fijamos los ojos en el valle que, por la otra vertiente, remonta paralelo al crestón. Viene formado por una vaguada de escalonadas fincas y cabañas, comprimida entre la Cuesta Cerréu y el canto de la Peña Robriguero.
En plena ascensión por la cresta, se aprecia una vereda de cabras por la vertiente Sur. Es callejón sin salida por el que la reciella entra a resguardarse en El Requexu, enorme cuevón comido en el lateral de Paré Pedrón.
La cresta culmina la subida al Pico Cerréu (894 m.), colgada sobre esta boca bermeja. Esta cima es atalaya escorada del Desfiladero de La Hermida. Todo este conjunto, formado por el Torna Las Huertas (con techo en el Pico Cerréu) y la Peña Robriguero (con los 877 m. de la Pica de La Cerezal), comparte con la Pica Peñamellera el vértice Nororiental de los Picos de Europa; o dicho de otro modo, quien ha definido “el Cervino de Asturias” como “vanguardia de Ándara” se olvidó del cordal de la Peña Robriguero.
Desde el Pico Cerréu se contempla la localidad de Panes, capital de Peñamellera Baja. Los ríos Deva y Cares llegan a sus vegas unidos. Sin embargo, lo más destacable es el mirador que se forma sobre Cuñaba. Para ello, es necesario descolgarse, herbazal abajo por la vertiente Sur, hasta el corte abismal de Paré Pedrón. Las vistas sobre el Deva y Cuñaba, con su pequeño y fértil valle de Linares, son un bello aperitivo mientras se espera que empiecen a saltar los buitres desde sus nidos. En pocos minutos varios ejemplares irán ascendiendo en círculo, pasando a la altura del mirador, para elevarse sobre los cielos de Ándara.
3) Pico Cerréu – Collao Las Siellas.
Para bajar al Collao Las Siellas no queda más que continuar por todo el crestón de Torna Las Huertas, siempre con Cuñaba a la izquierda y la vaguada que baja a Valdanza a la derecha. Una alambrada oxidada marca el pequeño y sencillo descuelgue de los apriscos concentrados en el Pico Cerréu. Aún hay que salvar otro promontorio para dejarse conducir mansamente hacia el Collao Las Siellas.
El Collao Las Siellas (796 m.) es depresión de paso entre Valdanza y el Collao Tremaño. Tremaño es también el nombre de la majada donde llega la pista hormigonada de Cuñaba. Este mosaico de cuidadas murias marca el final de la Sierra Nedrina.
Desde el Collao Las Siellas puede subirse a la Pica La Cerezal (877 m.), siguiendo la comba del mismo. Este esta cima vierte toda la sombría Peña de Robriguero hacia los últimos requiebros del río Cares. No es cima que mire a Cuñaba, sino desfigurado balcón de Bores, Robriguero y sus barrios.
4) Collao Las Siellas – Valdanza.
La bajada a Robriguero puede efectuarse, tanto por la pista de las minas de Argayón, como por Valdanza.
a) La pista minera es la continuación que la que viene de Cuñaba. Devola el Collao Tremaño con la misma facilidad que las torretas eléctricas. Por las minas de Argayón se recupera el PR dejado en Cuñaba. De nuevo ha de prestarse atención, pues la ruta más directa a Robriguero, por esta vertiente occidental de la Peña Robriguero, no sigue las marcas del PR, sino la línea de tendido eléctrico.
En las últimas bocaminas, se coge la pista superior, que faldea sobre la vaguada que vierte al pueblo de Bores. Dobla la sierra para ir dejándose caer a Robriguero por la cara Norte de la misma.
b) La ruta por Valdanza dobla la Peña Robriguero por el Este. Se trata, simplemente, de retomar el camino que se traía desde Cuñaba.
En el Collao Las Siellas se coge el valle empanado entre el canto de la Peña Robriguero y el crestón de Torna Las Huertas. Las cabañas que se intercalan en el descenso no desmerecen con el entramado muriado de Tremaño; aunque –aquí- en forma de dispersos oasis de murias artesanales.
La majada de Valdanza saluda en un remanso del valle. El paso se escora hacia la izquierda de la vaguada, donde resiste la última cabaña, aún conservada y en servicio. En el otro canto del valle se ve descender el sendero de tierra que viene de la Cuesta Cerréu, y que dejáramos para subir al pico.
El valle aún deja una última hondonada para precipitarse sobre el Desfiladero de La Hermida.
5) Valdanza – Calzada Coperi – Robriguero.
Se retoma la ruta en esta cabaña ligeramente separada de la zona de majada. Ascendiendo con timidez (Norte), se devola el canto de la Peña Robriguero. Restos de lo que pudo ser una muria, en dicha línea de sierra, despiden al viajero de Valdanza.
Un sendero empieza a marcarse en esta cara umbría de la Peña Robriguero. Cuando se llega a la Fuente Coperi, un bebedero al lado del camino, ya se ha convertido en calzada.
No lejos de la fuente se esconde la Cueva Coperi, un pequeño abrigo a unos metros del camino. Medio tapada por los arbustos, la mirada se desvía más hacia la Pica de Peñamellera, que muestra sus galas más alpinas, pese a su modesta altura.
La Calzada Coperi atempera la bajada trazando continuos tornos. Aprovecha una vira en el lateral norteño de esta sierra. En la parte baja se detiene ante una campera de descuidada muria. En un cruce previo, sin hacer caso a la intuición, se toma la variante de la derecha. Entre grandes cotoyas se abre camino la calzada. Es un breve tramo para evitar el prado por la derecha.
En la parte inferior del mismo, la calzada se convierte en camino entre boscaje. Va tirando al Oeste para terminar en una pista, que no es sino la vieja (en este tramo remozada) pista minera que viene de las minas de Argayón.
En un par de largos tornos se deja caer a la parte alta de Robriguero. Sólo reseñar, entre los ramales secundarios de la pista, un cruce pasada la primera revuelta: A veinticinco metros de un ramal que entra a contramano, en la siguiente bifurcación se continúa de frente, pues el ramal de la izquierda es de simple acceso a invernales y praderas.
Caleyando por Robriguero se llega a la carretera que lo vertebra. Es una carretera secundaria y estrecha, pero de recién asfaltado, que se une con la nacional de La Hermida en Puentellés, a la salida del desfiladero.
La alternativa mucho más sencilla es:
DIFICULTAD:
Fácil.
DURACIÓN:
4 horas 30 minutos.
DESNIVEL:
650 metros.
DESCRIPCIÓN:
La ruta alternativa es común con la anterior hasta Cuñaba.
En el último tramo, la vertiente de bajada a Robriguero, se vuelve a enlazar con la ruta principal; aunque cabe otra variante, de corte más senderista, por las minas de Argayón.
1)Jargú - Cuñaba - Tremaño.
Se sigue hasta Cuñaba la estela de los compañeros que se dirigen a la cumbre de Torna Las Huertas.
Una vez a las puertas de Cuñaba se callejea con tendencia hacia la izquierda, para llegar a la plazoleta de entrada “vía carretera”.
Es en este punto donde difieren ambas rutas. El viejo camino presenta unas zonas de trepada y un paso expuesto por el deterioro de sus muros de asentamiento. Para evitar estos parajes la alternativa se decanta por la pista de Tremaño.
La pista que sube a los invernales de Tremaño nace, carretera arriba, en la Vega de Linares. Para atajar, aún se conserva el camino tradicional de Tremaño. Saliendo de la plazoleta del bar, se remonta por todas las callejuelas que se empinan hacia arriba, pues el camino se coge en la parte alta de Cuñaba.
Asciende en tornos para atenuar la pendiente de la ladera, poblada por un reducto de mancha forestal. Este tramo de bosque conserva el antiguo enconchado del camino, con cuidada sangradera para que el agua no destroce su caja.
La placidez del camino pronto se quiebra. No tarda el camino en chocar con la pista. El faldeo tendido desde la Vega de Linares se curva en este entronque con el camino. Hasta una portilla canadiense mantiene la subida sostenida del viejo camino; pero en esta zona el piso de hormigón anuncia un incremento del desnivel. La pista remonta directa, ganando altura sin un solo respiro.
Entre los claros de encina que sacude el talud, los tejados de Cuñaba ponen de manifiesto la altura ganada. Esta mirada altiva deja observar la Vega de Linares, un topónimo usado en esta narración del que no se tenía referencia visual. Esta vaguada de ería corre paralela a la carretera de Cuñaba, en el tramo de bajada al pueblo.
El modesto Cueto Cuñaba cierra este recogido enclave, escondido a las miradas que fluyen por los fondos de La Hermida. Destaca, a la derecha del cueto, un puente de roca, en cuya cresta se ha colocado una cruz.
Un par de revueltas de la pista marcan el final de la cuesta. La pista dobla la loma perdiendo el contacto visual con Cuñaba. De frente se levanta la mole de Peña Robriguero, quedando a nuestra izquierda los invernales de Tremaño. Sin embargo, el pico más destacado es Torna Las Huertas (o Picu Cerréu), por el corte abismal de Paré Pedrón.
Un ligero descenso de la pista nos deja, prácticamente, en los invernales de Tremaño. Se pasa entre ellos sin prestar atención más que a algún detalle concreto. Con la mirada fija en el Collao Tremaño, la pista busca escaparse de este fondo de vaguada de prados e invernales.
Para coronar el Collao Tremaño, al norte de los invernales, la pista afronta un par de tornos, enlazados por tiras onduladas de pista. Remonta enlazando los dispersos invernales y algunos de sus prados, pues Tremaño no forma un núcleo unitario, sino un área dispersa.
El Collao Tremaño (733 m.) forma la profunda depresión extrema de la Sierra Nedrina. Al otro lado, la Peña Robriguero se eleva como mole modesta que domina la mecedura de los ríos Cares y Deva, en la esquina nororiental del Macizo de Ándara y, por tanto, de los Picos de Europa.
Sirve el collado, por donde traspone la pista a las minas de Argayón, de mirador del mosaico de Tremaño. Cada muria forma una pieza de esta taracea pastoril, que ningún otro artista pudo igualar.
2)Collao Tremaño - Collao Las Siellas - Valdanza - Calzada Coperi - Robriguero.
La pista devola el Collao Tremaño al noroeste, entrando en la vaguada de las minas de Argayón. En la parte inferior de las minas, un ramal muriado (con una torreta de la luz como jito), dobla la Peña Robriguero escapando de la vaguada. Bordea toda esta montaña para morir en el pueblo que le da nombre.
Pero, también se puede dar vuelta a la Peña Robriguero por la vertiente del Deva, del Desfiladero de La Hermida. En este caso, se retroceden unos metros desde el Collao Tremaño, para evitar la peñuca cuyo talud come la pista.
Rebalgando a una zona de campera, sobre la pista (norte), se dobla el peñasco por un retal de mala pista. Por esta hoyada sigue un sendero que pasa junto a una balsa de agua. El pozo se muria para proteger el último prado de la zona, regido por una cabaña encaramitada en el cotero que domina los mundos de Tremaño.
Solo queda ir faldeando hacia el Collao Las Siellas (796 m.), por un sendero de tierra y canaletas de llambria que camina unos metros por encima del prado muriado de la hoyada.
Este collado aparta Peña Robriguero del largo crestón de Torna Las Huertas. La Peña Robriguero tiene una bonita vista de Bores y Robriguero. Torna Las Huertas corta sobre Cuñaba.
En el Collao Las Siellas vuelven a coincidir las dos rutas del día. Durante la bajada a Valdanza, la guía de la ruta principal irá narrando toda la trepada por el crestón oriental a la cumbre de Torna Las Huertas; pues desde esta vaguada se contempla en toda su integridad.
En Valdanza se afronta el último tramo de ruta, por la calzada de Coperi, hasta Robriguero.