PUNTO PARTIDA:
En el desfiladero de los Beyos, a la altura del punto kilométrico 127,800,en la carretera N-625 Arriondas-Puerto del Pontón (465 metros). DIFICULTAD:
Alta.
DURACIÓN:
8 horas.
DESNIVEL:
1.194 metros.
CARTOGRAFÍA:
55-III y 80-I del IGN, escala 1:25.000.
DESCRIPCIÓN:
El Sen de los Mulos es el punto culminante de la sierra de Torbeñu. En sus faldas se asienta la abandonada aldea de Tolivia en un lugar escondido entre los relieves de la peña, de tal modo que no es visible desde ningún punto civilizado. Salvo la vertiente occidental, que da vista al bosque de Peloño, todas las demás vertientes del macizo son escarpadas y forman apretadas foces o desfiladeros, algunas de ellas intransitables.
Desde la carretera de los Beyos, a la altura del punto kilométrico 127,800 arranca una senda que desciende al río Sella y lo cruza por un puente es el Puente Vaguardo, (430 metros), que no hace mucho fué reconstruido después de que una crecida del río Sella se llevara el primitivo. Tras él continuamos por un pequeño bosque.
Continúa por la otra vertiente, asciende a la Cuerria de Quixendi y baja unos 30 metros hasta el Puente Espina, puente de hierro construído a una altura de 80 metros sobre el río Mojizo. Éste sustituye al antiguo de madera que estaba más abajo y aunque parezca mentira este era la principal vía de comunicación que tenía Tolivia.
Continúa la senda en sinuoso ascenso, pasando por la Collada Espina, con impresionantes vistas sobre el Sella, después se transpone el Forcau de Tolivia, desde dónde ya se divisa Tolivia (720 metros).
El abandonado pueblo de Tolivia, bello rincón donde los restos de las viviendas se mezclan con la maleza que poco a poco las va devorando. Puede verse allí un hórreo bastante bien conservado y la espada de la iglesia aún en pie. A la salida, una fuente que mana por debajo del tubo de salida de la misma.
Entramos luego en el bello bosque de Tolivia cruzando la riega de las Cruces y donde a cada paso se encuentran ejemplares con formas de lo mas retorcidas y curiosas, como el que parecía dos cabezas de dinosaurio emergiendo entre la maleza. La pendiente en él se hizo notar hasta salir a la collada de Cocillón con bonitas vistas del pico Niajo y el valle de Llúe.
La senda continúa en ascenso por el Monte la Varera y llega a la fuente del mismo nombre. A partir de aquí y siempre por terreno arbolado llegamos a la collada Reces (975 metros). Desde aquí se puede bajar a las ruinas de Llué que fue en su día el punto habitado más alejado de la civilización de toda la geografía asturiana. La senda se dirige con rumbo norte y fuerte pendiente hacia la collada LLámpara y bordea hacia el oeste hasta la Vega de Tolivia. Éste es un valle colgado a los pies del Sen de los Mulos, hay restos de cabañas pastoriles. Solo queda remontar 200 metros de desnivel por el fondo del valle hasta la cumbre del Sen de los Mulos (1.505 metros).
Desde la cima de Sen de los Mulos podríamos crestear a la cima de Peña Subes, en la misma sierra o bien bajar a la cercana collada de Granceno, allí y por la pista tenemos a la izquierda el bosque de Peloño y la ermita del Arcenorio y si la tomamos a la derecha iriamos a Los Bedules o hacia Víboli y Puente Agüera.
Nosotros volveremos por el mismo lugar por el que hemos hecho la subida.