El macizo de Ubiña se encuentra situado en pleno corazón de la Cordillera Cantábrica, ubicado por el N y E en terreno de los asturianos concejos de Teverga, Quirós y Lena y por el Sur y SO en el de la Babia Leonesa. Su nombre deriva de las voces de Obiña u ovina, con la que se hace referencia al intenso tránsito pastoril que se registraba antaño cuando a sus puertos ascendían los pastores con los rebaños trashumantes de ovejas.

Sobresale en el macizo Peña Ubiña visible desde cualquier punto de la Cordillera. Triangular por todas sus caras, no es sólo símbolo de montaña estética, sino que su altura, sobresaliendo altiva en la cordillera, y su historia, hace de ella uno de los puntos neurálgicos del montañismo.

Hasta ahora hemos hablado del macizo o de Peña Ubiña casi exclusivamente. Pero existen otras cimas que no son tan populares pero tienen su encanto como son las cumbres de El Siete o los Fontanes. Estas cimas no son tan populares porque están en un segundo plano o están medio escondidas, pero no tienen nada que envidiar a su hermana mayor.

En este caso hablaremos de El Siete (2.365 metros), cumbre situada junto a los Castillines y a los que también se puede ascender después de alcanzar esta cumbre prevista.

Se sale del aparcamiento de Tuiza de Arriba, tomando un camino que asciende suavemente por las callejas hormigonadas del pueblo, girando muy pronto hacia el Oeste, bajo las estribaciones del pico Albo, y se toma un camino empedrado muy cómodo que va ascendiendo por el hermosísimo valle de Meicín. En la parte alta del pueblo, ya en las afueras nos encontramos con un depósito de aguas que sirve para surtir a todos sus habitantes. Seguimos ascendiendo tranquilamente por una amplia senda que no llega a convertirse en pista. A los pocos minutos tendremos de frente la majestuosa imagen de Peña Ubiña frente a nosotros.

Cruzamos el portillo de Braña Luenga y seguimos ascendiendo por el camino que discurre por el fondo del hermoso valle. Se llega a la Braña El Meicín, donde el valle se ensancha y da paso a un amplio circo. A la izquierda está el nuevo refugio (1.545 metros) rodeado por ganado mayoritariamente vacuno aunque hay algunos caballos.

Dejamos el refugio a la izquierda caminando directamente hacia la base del valle de Covarrubia, ascendiendo por los desplomes meridionales de los Portillines, en una senda marcada, que alterna piedra y campera hasta desembocar en el anfiteatro de los Joyos de la Cabra (2.000 metros). Se sigue avanzando hasta aproximarse a la base de la pared oriental del Siete y en donde comienza la continuada trepada que discurre por los llambriales que miran a la hoya y que nos lleva a la cumbre del Siete (2.365 metros).

Las vistas son estupendas, hacia el NE está Peña Rueda, Fariñentu y Joyos de Cueva Palacios. Al Sur la cumbre señera del macizo, Peña Ubiña.

Descendiendo hacia el Sur, se pasa bajo el Tercer Castillín por su vertiente occidental y subiendo una canal se puede trepar y ascender al Segundo Castillín (2.299 metros) con su curioso buzón montañero. Una reproducción de un castillete minero, que un grupo de montaña vasco colocó en esta cumbre en el año 1988.

Descendiendo a la base de esta última cima se puede trepar al Primer Castillín (2.252 metros). Para ascender al Tercer Castillín es necesario disponer de medios técnicos.

La bajada del Primer Castillín se hace hacia La Pasada del Arco y tras descender por una canal pedregosa y muy vertical hacia el E, se alcanza Los Joyos de La Cabra y ya se retorna al refugio del Meicin.