PUNTO PARTIDA:
Fuente Dé (Liébana),(1.080 m.).
DIFICULTAD:
Media/Alta.
DURACIÓN:
7 horas.
DESNIVEL:
1.200 metros.
CARTOGRAFÍA:
Adrados. Picos de Europa. Macizos Central y Oriental. Escala 1:25.000 y 81-I del IGN, escala 1:25.000.
ACCESOS: La ría de Tina Mayor forma la desembocadura del río Cares-Deva, haciendo de límite entre Asturias y Cantabria. En la localidad de Unquera, se toma la N-621, que remonta toda la cuenca del río Deva hasta la villa lebaniega de Potes.
En Potes se deja la Nacional, para continuar por la carretera que sube a Fuente Dé (Valle de Camaleño), siempre remontando el curso del río que da nombre a la vega (“fuentes del Deva”).
DESCRIPCIÓN: Fuente Dé es un vestigio glaciar resguardado bajo un homogéneo farallón calizo. Es cabecera de la cuenca alta del río Deva, cuyas márgenes desgajan los Picos de Europa de la Cordillera Cantábrica. Todos los hayedos de esta parte superior del valle ceden ante la resistencia de este reducto de pastizal.
La muralla que cerca el circo de Fuente Dé tiene dos torres desgajadas: una, los Picos de Valdecoro, a la derecha; la otra, en el extremo opuesto, la Peña Remoña, cuyas verticales paredes no difieren mucho de las ariscas traviesas que la definen.
El corte de la Peña Remoña está tajado por la Canal del Embudo, que se precipita desde el Collao de Liordes, abertura celestial entre la misma Remoña y La Padierna.
Aprovechando las pocas zonas de ladera que deja el cortado “embudo”, los ingenieros mineros han trazado una sucesión desigual de tornos para explotar las minas de Liordes. Aún hoy resisten, a duras penas, las embestidas de los inviernos lebaniegos, sirviendo de camino a todos aquellos que quieran disfrutar de las bellezas del entorno de la Vega de Liordes.
1) Fuente Dé - Tornos de Liordes - Collada de Liordes.
Desde la misma explanada de aparcamiento sita bajo la estación inferior del teleférico, se salta a la vasta vega de Fuente Dé.
Para coger la pista minera, se va ascendiendo por la abierta pradera con dirección Noroeste, con la brújula apuntando a la quebrada de la Canal del Embudo. Sólo hay que ir tirándose a los linderos entre el hayedo y el pastizal. Enseguida las veredas de tierra se concentran en el inicio de la pista.
No es el haya el árbol dominante de estos linderos. Matos de avellanos crecen como sebe divisoria entre ambos mundos, como mediadores entre el paisaje modelado por el hombre y el hayedo superviviente en las altas montañas.
En el par de revueltas iniciales del ascenso, la pista atraviesa un reseca torrentera. Éste es el lecho extremo del “embudo”. Silente, puede convertirse en una trampa cuando estalla una fuerte tormenta. Sus piedras pulidas llegan a ser arrastradas por la torrentera hasta el enorme pastizal de Fuente Dé.
Cogidos unos metros de altura, se abandona la compañía de los avellanos. La pista continúa el ascenso cortando la ladera que vierte sobre Fuente Dé, para alcanzar la única bifurcación de la misma. De frente, sigue el ramal hacia los casetones de las minas sitas en la Canal del Hachero, en el centro del farallón que envuelve el circo glaciar.
Para subir a Liordes se gira a la izquierda en el cruce, acometiendo, de este modo, el primer torno. Los Tornos de Liordes están formados por treinta y cuatro revueltas que coronan el Collao de Liordes, a través de uno de los flancos de la Canal del Embudo.
La cuenta de las curvas apenas se mueve en la parte baja de la canal. La ladera es bastante amplia y permite hacer largas tiradas entre las revueltas. Es en el tramo intermedio cuando, en poco tiempo, el conteo se nivela a un número aceptable.
En el último tercio de la Canal del Embudo, a la altura de las herbosas verticalidades que definen Peña Remoña por el otro lado de la canal, la ladera se vuelve a abrir, retornando el conteo a su ritmo cansino.
En la base de las paredes de La Padierna, la pista está tallada en la peña. La eterna subida está a punto de culminar. La bocaminas anuncian la proximidad del Collao de Liordes, boca incardinada entre la asequible Peña Remoña y la inexpugnable Padiorna.
El Collao de Liordes (1954 m.) es puerta de paso a la vega del mismo nombre. Este cuenco de húmedo pastizal está cercado por las Peñas Cifuentes (Peña Remoña, Torre de Salinas, Torre del Hoyo de Liordes y Torre del Friero, esta última fuera del los dominios de la Vega de Liordes). Al Oeste de la hoyada nace un manantial. Alimenta el pasto de la vega para sumirse, en el otro extremo, cerca de la cabaña de hormigón donde suelen pernoctar los montañeros.
2) Collao de Liordes - Peña Remoña.
Peña Remoña es una sierra que se eleva al Sur de la Vega de Liordes. Se alarga desde el Collao de Liordes hasta el de Remoña, que forma imprecisa frontera con la Torre de Salinas.
En el conjunto homogéneo de Peña Remoña se distinguen, en algunos casos con dificultad, una serie de cumbres: Peña Remoña, Torre Alcacero, Peña La Regaliz y, separada del conjunto, el Tiro Pedabejo.
Es difícil determinar la altura de Peña Remoña, pues las cumbres que la forman no tienen diferencias de altura reseñables. La fijaremos en los 2239 m. de la Torre Alcacero. El Tiro Pedabejo, como apéndice desgarrado, se independiza con sus 2189 m.
El primer pico al que se encamina la ascensión es el que da nombre a la montaña. La mole caliza de Peña Remoña, morro oriental del conjunto, tiene acceso directo desde el Collao de Liordes. Sin embargo, su vía normal se encuentra más a la derecha. Es común con la subida a la Torre Alcacero. Se trata de una vira tumbada por la vertiente Norte del conjunto de Peña Remoña.
Para hacer un ataque más directo al pico de Peña Remoña, existe una vía de trepada (IIº) por las llambrias verticales de esta vertiente del morro extremero.
Aproximación al pico de Peña Remoña.
Los restos de la pista minera doblan el Collao de Liordes escorados bajo las paredes de La Padierna.
Se abandona el camino, de espaldas a los desventíos de La Padierna. Buscando paso entre el morro de llambria del Collao de Liordes, se baja en dirección Sur para plantarse al inicio de las laderas de Peña Remoña.
Se asciende por toda la ladera, con la referencia de este morro oriental de la sierra. Dos cabezos le preceden. Su aparente modestia los hace pasar desapercibidos; mas gozan de una aérea mirada a Fuente Dé, mucho más nítida de la que presume la cima principal de Peña Remoña.
La ascensión continúa hacia la pared del pico de Peña Remoña. En una primera mirada se destaca un angosto canalón que quiebra la pared, por el que esgatuñan -no sin dificultad- las crías de rebeco.
Una mirada más atenta, descubre -a su derecha- los indicios de una canaleta oculta, que corta la pared en diagonal hacia la diestra. A cada paso, en dirección a la base de la peña, se va haciendo más evidente esta vira de trepada.
Trepada a Peña Remoña.
Pies y manos se compaginan en una vía de segundo grado (IIº). El paso más delicado se encuentra al salir de la vira. Por una segunda canaleta más abierta se alcanza una repisa de hierba, cerrada por un llambrial. La llambria se atraviesa por una línea de hierba (de izquierda a derecha). Algo más de travesía en llambria para mangarse en la arista.
Se evita, flanqueando a la izquierda a otra canaleta que sube desde el llambrial. Al fin se llega a una banda herbosa bajo el mole calizo de la cumbre, que se corona por su parte izquierda.
El corte de Peña Remoña que llama la atención desde Fuente Dé no se encuentra en el punto cenital del pico. Para asomarse sobre los nacimientos del Deva, hay que destrepar unos metros por la arista; de ahí que sean más vistosas las antecimas que se reseñaban antes de iniciar la trepada.
3) Peña Remoña - Torre de Alcacero - Torre La Regaliz - Tiro Pedabejo.
En este pico extremero de Peña Remoña se inicia la travesía por toda la cimera de la sierra. Sin pausa se pasa por la Torre de Alcacero. La belleza de su panorámica no es más que una continuación de las guapas vistas que envuelven nuestra andadura por el mundo de Peña Remoña.
La Torre de Alcacero se eleva con timidez como promontorio intermedio de Peña Remoña. Sus laderas vierten por el Norte a la depresión de pastizal de la Vega de Liordes. Este cuenco fue, otrora, un depósito de nieve del que fluían varias lenguas glaciares. Vestigio de una de ellas es la Canal de Asotín, que se pierde sobre las angosturas del alto Cares, entre las umbrías canales de la Torre del Friero y el submacizo de la Torre del Llambrión.
Por el Sur se extiende uno de los sectores de la Cordillera Cantábrica, en particular, el que enlaza los puertos de San Glorio y Pandetrave, cuya máxima altura se encuentra en la cima del Coriscao. La cumbre más cercana a Peña Remoña es el Alto La Triguera, objetivo de la ruta alternativa. En otro plano más distante se elevan las mayores alturas de la Cordillera Cantábrica: Curavacas y Peña Prieta.
De la Torre de Alcacero se salta a la arista de la Torre La Regaliz, algo desviada de la línea recta del cordal. La Peña Regaliz cuenta con varias vía de escalada por su cara Norte. Sin embargo, las traviesas que flanquean Peña Remoña por la vertiente opuesta van adquiriendo una forma más tendida.
Completada la arista de la Peña Regaliz se recupera la buena senda. En el centro se forma un bonito hoyo de campera. Se puede elegir entre seguir la crestería (con sencillas trepadas) o bajar a las traviesas de la izquierda. Atrae la idea de volver a la cimera; mas, al toparse con más picachos, más fácil es decantarse por la segunda opción. Dejándose caer por la ladera Sur, se sortean estos coteros.
Remontando unos metros, se alcanza la collada que desgaja toda la cimera de la sierra del apéndice del Tiro Pedabejo. Una lengua de pastizal invita a bajar a los sumideros de la Vega de Liordes. Sin embargo, apetece perder unos minutos más para coronar el último promontorio de la sierra.
En el Tiro de Pedabejo (2189 m.) una cortada vertical ciega todo contacto con las estribaciones de la Torre de Salinas. Asomando el pescuezo, se aprecia la canal que quiebra esta sucesión de las Peñas Cifuentes. Al pie de las paredes del Tiro de Pedabejo, la canal que le da nombre, remonta desde los soleados pastizales de la cabaña de Pedabejo, hasta el entorno del Collao Remoña. Tornos, más modestos que los de Liordes, zigzaguean por esta interjección de traviesas: las de Remoña y las de Salinas.
4) Tiro Pedabejo – Vega de Liordes – Collao Remoña.
Se retroceden unos metros para caer a la Cuesta Regaliz. Esta banda de empinada pradera alpina, hace de alfombra real en su mecer a la Vega de Liordes. Esta rápida bajada se detiene en el covacho en que se sume el regato que baña este pretérito fondo lacustre. Cerca, en este extremo occidental de la llanada, se levanta un chozo funcional.
En el chozo se coge una vereda que, con la mirada puesta en la Torre Salinas, se adentra en una valleja pendiente. Más arriba gira a la izquierda, para coronar el Collao Remoña, que más parece un alto que una collada.
El Collao Remoña no es tajada de escape de las Peñas Cifuentes, pues los contrafuertes de Salinas forman otra collada contigua en el Alto La Canal. Reposan las mochilas en el camino, y se asoman a la morrena del collado para echar una última mirada a la Vega de Liordes y al submacizo del Llambrión.
5) Collao Remoña - Canal de Pedabejo - Cabaña de Pedabejo.
En dos saltos se baja a la vega donde se bifurca el Seu de Remoña y el camino de la Canal de Pedabejo. El sendero de tierra que remonta -Sur- el collado del Alto La Canal devola al sedo. Para coger el camino principal se tira a la izquierda, embocando la Canal de Pedabejo.
La canal baja envolviendo la enorme pared del Tiro de Pedabejo. El camino traza continuos zigzag para atenuar el desnivel del canalón.
En la escupidera de la canal, el camino se tira a doblar la peña de la derecha. Seguir su trazado hace más liviano el descenso, mas obliga a un largo rodeo. Finalizada la canal, lo más directo es tirarse ladera abajo hasta la Cabaña de Pedabejo, donde llega una pista procedente del Caben de Remoña. Junto a la cabaña destaca la empalizada de madera para el ganado y el cercano bebedero para reponer líquido.
6) Cabaña de Pedabejo - Fuente Dé.
Desde la Canal de Pedabejo se ha venido viendo la pista que baja de Valcavao a Fuente Dé. En el bebedero de Pedabejo, se coge un sendero de tierra que se deja caer al Sudeste. Una larga travesía trata de evitar las manchas de escobales, que supondrían una bajada directa a la llamativa pista. Saltando sobre el límite de alambrada que separa el concejo de Valdeón de la comarca lebaniega, se suceden las sendas de tierra que, por La Campiña, conducen a la vera de la pista.
La pista remolonea a media ladera, antes de emprender una descontrolada bajada hacia los invernales de Las Berrugas. En este conjunto de invernales se desvía la pista que baja a Pido. El continuo tránsito de la pista de Fuente Dé evita las posibles dudas de dirección.
El paseo termina entre el frescor del hayedo, cuando los cantos de los pájaros de confunden con la megafonía del teleférico. La alternativa mucho más sencilla es:
DIFICULTAD:
Fácil.
DURACIÓN:
6 horas.
DESNIVEL:
800 metros.
DESCRIPCIÓN:
1) Fuente Dé – Invernales de Las Berrugas – Pesandobres.
En el lazo que da vuelta a la carretera de Fuente Dé, arranca la pista de Valdeón, que remonta al Collao Valcavao en ruta al puerto de Pandetrave.
Aún en los dominios del complejo de Fuente Dé, entre el hayedo, se anuncian el camping y albergue del Redondo y los vuelos de exhibición de las aves rapaces.
La pista se encamina hacia los invernales de Las Berrugas, donde recibe los ramales que suben desde Pido, último pueblo del Valle de Camaleño.
Un repecho más adelante, una portilla canadiense corta el paso al ganado. El agua pipa en el abrevadero contiguo. Casi se intuye el cruce de caminos. En plena revuelta de la pista de Valdeón, nace el ramal de pista de acceso a los Puertos de Somo.
El chozo de Pesandobres dista escasos metros del cruce en que se abandona la pista de Valdeón. Este caseto carece de complejo estético. La pista lo ignora, corriendo un tupido velo. El caminante se detiene en la vega, recorriendo con sus ojos todas las bellezas y accidentes del entorno:
La cuenca del río Cantiján, afluente por la derecha del río Deva, reclama para sí la condición de linde divisorio entre la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa. El Collao de Valcavao, por donde devola la pista de Valdeón, se erige en punto cenital de esta valleja.
A su izquierda (Sur) se eleva la loma del Alto de La Triguera, por cuyas faldas de arándano, remonta la pista de Valdeón. La llomba degenera en un escarpado cuchillar que baja cerrando dicha cuenca por la derecha. En su extremo final rompe el arroyo de Somo, oculto a nuestras miradas, hasta el salto que protagoniza sobre los hayedos del alto Deva.
Los Altos de Valcavao (Norte del collado homónimo) están formados por una sucesión de lomas que enlazan este collado con el Caben de Remoña. Éste es punto de paso de la Senda del Mercadillo, antiguo camino de trasiego entre los vecinos de Valdeón y los lebaniegos. Sobre el Caben de Remoña se elevan las Peñas Cifuentes, con especial mención -por proximidad- con las traviesas y crestas de la Torre Salinas.
2) Pesandobres - Puente Cantiján - Bustantivo.
La pista pasea por los fondos de las laderas de Peña Remoña. Camina paralela a la pista de Valdeón, que transita a superior altura (una vez ganada altura en el cruce de Pesandobres).
A medida que la ladera de matorral se transforma en hayedo, el lecho del río Cantiján va entonando su canto. La ladera se torna intrépida con la llamada del arroyo. Sólo contenida por las hayas, los argayos obligan a sostener algún tramo de la pista con gruesas armaduras.
Deja que sea el impetuoso arroyo quien se contagie de la parsimonia de la pista. En el vado en que se tocan el río y la pista, ésta puentea a las laderas de hayedo de la margen derecha del río Cantiján.
Suaviza su trazado tirando largos tornos a la sombra del sotobosque. El haya cede ante el empuje de los pastizales y las vastas cuestas de matorral que cubren los flancos del Alto de La Triguera.
Otro solitario chozo sestea en esta hoyada de transición:
Bustantivo representa un rincón modélico de la Cordillera Cantábrica. Extensos hayedos conviven con las zonas de pradera que podan sus lindes. Romas cuestas de arandaneras que se conjugan con crestas y paredes donde trepan los rebecos para protegerse del lobo. Mas, Bustantivo es también mirador de los Picos de Europa. Sus caminos nacen del alto Deva, al igual que las sendas de aproximación a los Picos de Europa. Espinama y Pido se iluminan al ocaso de Peña Remoña, pero también del Escaño, Mostajal, Sierra del Caballo o del Alto La Triguera.
3) Bustantivo - Horcada de Somo.
La pista continúa camino cortando la ladera con abiertas miradas al alto Deva. Algún arboluco disperso se resiste a ser engullido por el matorral. Crecen entre los rastrojos pequeñas agujas prietas que apetecen esgatuñar.
La pista se dirige, sin prisa, al crestón calcáreo que rompe la docilidad del Alto de La Triguera.
Se cuela entre sus coteros en la llamada Horcada de Somo, paso al puerto del mismo nombre. En el canto calizo, aprovechando un respiro, los montañeros se agrupan formando un mirador sin otros aditamentos que la hermosura del entorno.
El Puerto de Somo tiene forma de vaguada descendente, cegada por un abismo intuido. Por su lecho arroya la riega de Somo, que se deja llevar por la fuerza de la gravedad. Vierte sus aguas al río Cantiján, en un gran salto que espolvorea sobre las hojas de las hayas de la encrucijada de valles deudores del Deva.
4) Horcada de Somo - Collao de Somo.
Doblada la Horcada de Somo se deja la pista que baja a combarse en el arco de la vaguada. Un sendero asciende pegado a los contrafuertes del Alto de La Triguera. Una aguja desprendida de la pared amenaza con aplastar el camino.
Poco a poco, la senda se va separando de la peña, para faldear hacia el Collao de Somo (1687 m.), depresión de puerto hundida entre el Alto de La Triguera y la larga loma que culmina en el Alto de la Bejerina.
Una línea de alambrada sigue la comba del Collao de Somo. Coge carrera en los peñascos que afloran entre la ladera de matorral del Alto de La Triguera para, sin detenerse en el collao de Somo, intentar coronar -por la línea de loma de La Cordillera- el Alto de La Bejerina.
El linde de alambrada separa los pastos de Cantabria y de León. Si bien la línea divisoria logra volver - en el Collao de Somo- a los cordales que vierten sus aguas a distintas cuencas, se aparta al Norte de la cimera que envuelve el núcleo de valles de Valdeón, definidos por ser cuenca alta del Cares.
El Collao de Somo no es mirada al Valdeón de Santa Marina y Posada. Es extremo del puerto en que nace el arroyo de Mostajal, afluente aventurero dispuesto a morir en el Océano Atlántico.
Los manantiales en que brota el arroyo de Mostajal, paren en la hoyada de pastizal en que remansa la ladera sureña del Alto de La Triguera. Toda esta banda de matorral se extiende desde el Collao de Somo hasta la Horcada Cadriega. El puerto se ciñe en un estrecho y corto “apretao” que convierte el regato en un barranco parduzco en descomposición.
Desde el Collao de Somo se puede optar por remontar a la cimera del Alto de La Triguera, o por enlazar las colladas u horcadas que lo envuelven.
Con el fin de facilitar el carácter senderista de esta alternativa, se deja de lado es costoso ascenso al Alto de La Triguera.
Las veredas del ganado sirven para conducirse por las manchas de escobales. Se atraviesa este pastizal leonés bajo las faldas sureñas del Alto de La Triguera. De espaldas al Collao de Somo, los rastros del ganado se encaminan a la Horcada Cadriega (1749 m.), en la recortada loma opuesta de este faldón sureño.
La Horcada Cadriega es mojón de pastos, puerta abierta en el cordal que cierra el subvalle de Santa Marina de Valdeón. Sin contacto directo con la cuenca del Deva, también vierte sus aguas al Cantábrico, pero a través de los afluentes de otro río emblemático de los Picos de Europa: el río Cares.
Recupera la compañía visual de las Peñas Cifuentes, con la bella franja de traviesas de la Torre Salinas. Mas, a parte del sector de la Cordillera Cantábrica que une los puertos de Pandetrave y Panderruedas (Gabanceda, Gildar y Cebolledas entre otros picos reseñables), el submacizo de la Torre Bermeja y el techo del Cornión, Peña Santa de Castilla, son regalos que se ofrecen a los escapados de La Liébana.
6) Horcada Cadriega - Collao Valcavao.
Al otro lado de la Horcada Cadriega dobla un recodo de la pista de Valdeón, abandonada en el desvío de Pesandobres.
Este tramo de pista enlaza los cantos occidentales del Alto de La Triguera. El más cortado es el central, que forma la vega hundida del Hoyo Peloso. Una choza remozada rememora un tipo de construcción que semeja a los teitos somedanos.
La pista gana, de modo efímero, la cumbrera del cordal en el Collao Valcavao (1789 m.). El collado es cruce de pistas: el ramal cegado que muere en el Caben de Remoña (donde cuenta con dos ramales secundarios para acceder a los pastos de Pedabejo) y la pista que devola, por la vertiente del Deva, en dirección a Fuente Dé.
Al Norte del Collao Valcavao se extienden los Altos de Valcavao, una sucesión de lomas a caballo entre el Valle de Valdeón y la cuenca del río Cantiján, deudor del Deva.
7) Alto de La Triguera (1921 m.).
Para coronar el Alto de La Triguera las opciones más recomendadas serían las veredas del ganado que surcan las principales lomas de esta montaña de matorral.
La loma menos definida corresponde a la alambrada del Collao de Somo. Se remonta ladera arriba para meterse entre las peñas calizas que apuntan a su cimera.
La senda más definida arranca de la Horcada Cadriega. Tira por la vertiente que mira al Barranco de Cadrieda. Enlaza con la ruta anterior en la zona de afloramientos calizos. Ambas coronan la cima secundaria de esta montaña.
El Alto de La Triguera está formado por una doble cima. El acceso directo a la cumbre principal sigue la loma que remansa en el Collao Valcavao. En el arranque debe sortear una zona de altos matorrales. Varias veredas se escapan de la línea de loma, para faldear por las laderas de arándanos de su cara Norte.
En la cima cenital del Alto de La Triguera se forma también otra loma que vierte a la cuenca del río Cantiján. Marca el lindero entre Valdeón y La Liébana. Baja directa a una revuelta de la Pista de Valdeón, donde se puede atajar a Bustantivo.
Si la ladera Norte del Alto de La Triguera semeja un faldón parduzco, esta loma de lindero, forma un circo que envuelve estos pastos de Bustantivo. Una zona muy transitada por los ganados, como pone de manifiesto la multitud de veredas que la escalonan.
8)Collao Valcavao - Fuente Dé.
En el Collao Valcavao la pista se descuelga hacia la vertiente del río Cantiján. Tras un par de revueltas, baja cortando la parte inferior de la ladera norteña del Alto de La Triguera.
En el giro que pone fin a esta diagonal de arándano, sale un mal ramal, nexo de unión con la pista de Bustantivo.
Si se continúa por la pista de Valdeón, se pasa entre arbolado a las laderas de la margen izquierda del río Cantiján.
La pista se sacude el frescor forestal, para, en un cómodo paseo, recibir las veredas que recorren La Campiña, por las que bajan los compañeros llegados de la Peña Remoña.
En este tramo la pista discurre paralela a la que baja de Bustantivo. Una vereda del ganado permite enlazarlas. De este modo se evita un tramo de pista y el tráfico de la concurrida pista de Valdeón, por lo menos hasta el cruce de Pesandobres.
Unidas las dos rutas, los montañeros de dejan caer a los dominios de Fuente Dé, donde sigue esperando el autocar.