PUNTO PARTIDA:
Jaces (700 metros). A 1 Km. de Tielve, en dirección Sotres, donde está la majada con ese nombre y donde hay un área de aparcamiento. A Tielve se llega por la carretera que desde Arenas de Cabrales va a Poncebos y Sotres.
DIFICULTAD:
Fácil.
DURACIÓN:
5 horas.
DESNIVEL:
800 metros.
CARTOGRAFÍA:
Adrados Picos de Europa, Macizos Central y Oriental, escala 1:25.000.
DESCRIPCIÓN:
1) Jaces – Camino del Puerto – Tobaos.
El aparcamiento de Jaces se construyó habilitando una plataforma sobre el río Duje. El Camino del Puerto venía desde Tielve por los bajíos de Peña Maín, por la ladera izquierda del río. Cruzaba el Duje en Jaces, pero la obra del aparcamiento lo tapó.
El Camino del Puerto se retoma al otro lado de la carretera de Sotres. Desde el aparcamiento se cruza el puente que salva la riega Amiyadoria. En unos metros se coge el Camino del Puerto, un sendero de tierra, marcado con un aspa de dirección equivocada de un PR del Parque Nacional de los Picos de Europa.
El sendero remonta ladera arriba, ganando altura sobre la carretera que continúa hacia Sotres. A la altura de las cabañas de Socudia, empieza a zigzaguear por una canal.
La peña que delimita la canal por la derecha cede en la parte superior, tocando el sendero en canto de la sierra. Este aparte del camino, hace de mirador sobre la Canal de Socudia.
El sendero continúa ascendiendo paralelo al canto, metido en el embudo de una vaguada. Cierra por arriba una muria de prado. El sendero se bifurca. Un ramal dobla en canto, en la esquina de la muria, perdiéndose en dirección al Monte Camba.
El otro sendero se deja llevar por el terreno. Va girando con la valleja hacia la izquierda, empujado por el cierre de muria y escapado del canto de Socudia. La cabaña del Campuco hace de puerta de entrada a las majadas de Tobaos. Asemeja una torre medieval de vigilancia, más por su altiva engarmadura defensiva, que por su patrón bélico.
La vaguada muere en una collada, anexa al Cueto Bustiello. En este momento este peñasco apenas llama la atención, pues queda minimizado ante la belleza pastoril de Tobaos. Sito el camino en la parte inferior de este mundo de vaguadas, las cabañas se agolpan en grupos más o menos grandes. Cada majada regenta fincas muriadas, cercadas –en ocasiones– por setos forestales.
Se remonta hacia el Este. No hay más que pegarse a la muria infinita de una finca, por el tamaño palaciega. Una posa aprovecha el último par de cabañas de Tobaos, donde se discute una solitaria sombra arbustiva. Una postal de ensueño se cierne sobre el Cueto Bustiello. El bucólico verdor primaveral de las majadas de Tobaos refleja la lejana soberanía del Picu Urriellu.
2) Tobaos – Campo Cimbraña – Vega Espeyas.
Por encima de este reducto extremo de Tobaos, muere la pista venida de Tielve. Degenera en camino de puerto. En todo caso, no hace falta separarse de la muria de referencia. Ella misma llevará al montañero al frecuentado sendero.
La guía pétrea toca a su fin. Un sendero escapa directo al Este, ganando altura –con suavidad– sobre el que acompaña la muria. La senda asiste al encuentro de la proa de la muria con una valleja de matorral y reguero. Mientras el sendero señalizado dobla en este punto, el nuestro remonta por toda la valleja. Sin llegar a apurarla se tropieza con la Fuente Cimbraña.
Mientras los terruños del reguero hunden el sendero, la vaguada se va abriendo a una ladera de matorral. El sendero se deposita en el Campo Cimbraña. En esta isla acosada por el árguma, entronque de caminos invisibles, se toma como referencia el cuadro de empalizada central.
De espaldas a la empalizada, cuesta arriba (Norte), se coge la amplia caja de lo que pudo ser una calzada; pues no es más que la continuación de la Calzada de Caoru (45 tornos de conservado empedrado, por la vertiente de Arenas de Cabrales), que apenas conserva el enconchado en estas inmediaciones de Portudera.
Durante la subida de cuesta, se recorta a la derecha el Collao Pirué. Varios senderos paralelos tiran en dirección a esta collada, atravesando el vasto faldón de la sierra de los Obesones. Pero no todos los senderos coronan la collada. El principal es el más alto, a la altura de las torretas de la luz, que también devolan el Collao Pirué.
Marco este sendero, porque es una de las alternativas para subir al Cabecín Alto de Canal del Agua, vértice calcáreo empericotado sobre aquél collado.
Hecho este apunte, se continúa por el camino lebaniego (calzada que comunicaba Cabrales con Santo Toribio de Liébana), pero en sentido de retorno. Pronto se difumina en la Vega de Espeyas. Con la mirada quiere observase alguna ruina de lo que fue una de las majadas de Portudera, vaguada abajo, vertiendo hacia Tobaos. La ruta sencilla del día atraviesa el campo con dirección Norte, para retomar, al otro lado, en una horcada, el camino empedrado. Un marcado torno, encamina al montañero a la Cruz de Entrejano, boca a la majada del mismo nombre.
3) Vega Espeyas – Cabeza Obesón – Cabecín Altu de Canal del Agua.
En la vega antes referida, en que se difumina el camino, la otra parte del grupo se desentiende del mismo. Apura la Vega Espeyas hasta el final, subiendo hacia la los cantos inferiores del cordal del Obesón.
Ganado el canto, la ruta remonta a caballo de las vegas de Espeyas y Entrejanu. Remontando por el lomo calcáreo de la sierra, la primera cima que se encuentra es la Cabeza las Caretas (1422 m.). Ésta puede evitarse, apartándose del canto de sierra, para remontar por una canal que corona a la derecha de esta cima.
Engaramada la ruta en el crestón, enseguida se alcanza la Cabeza del Obesón (1424 m.). Por la cara Norte de la sierra se enraízan retales de hayedo. Las panorámicas de abren al Sur, siendo este cordal de los Obesones una isla de caliza, emergida sobre las vastas cuestas de matorral que vierten a la Canal de Socudia. La Cabeza del Obesón destaca como mirador del Macizo de Ándara, en el que se integran estas sierras de Portudera, Obesones y demás estribaciones que se agolpan en esta esquina Nororiental de los Picos de Europa.
Se continúa por toda la cimera de la sierra. Desde el último promontorio se baja a una horcada, sita a la altura del Collao Pirué. La subida desde este collado, apuntada con anterioridad al paso escrito por el Campo Cimbraña, se dificulta por la barrera de escar descolgada desde la horcada a la que se asoma la ruta cimera de la sierra.
Si el paso está poco definido por esta vertiente Sur; marca una llamativa vaguada, cerrada por una barrera forestal, por el costado Norte. Antes de adentrarse en la misma, se remonta al último promontorio de la sierra. La horcada queda frenada ante el repecho del Cabecín Altu de Canal del Agua (1448 m.), cumbre de magníficas vistas, como lo atestigua el vértice geodésico que la preside, y que sirve de jito indicador de este techo de los Obesones.
Desde el Cabecín Altu de Canal del Agua se contempla el extremo Este de la sierra, cuyo crestón se vuelve más abrupto en su declinar hacia el Collao La Piedra, nexo de unión entre la sierra de Los Obesones y la Sierra de Cocón.
Esta cumbre del vértice también hace de esquina con el Collao Pirué y los Altos de Pirué, loma divisoria que hace de engarce con el núcleo compacto del Macizo de Ándara. El Collao Pirué no presenta mayores problemas descriptivos, pues por su falda cántabra, dobla en curva la carretera de Tresviso.
Los extremos de Los Obesones y de la Sierra de Cocón chocan, como dije, en el Collao La Piedra. Todo este vasto faldón se hunde en el Valle del Sobra. En su fondo se intentó construir una presa, de cuyos muros quedan los restos. La toponimia rural es tan sencilla como descriptiva. El cabezo en que se enclava el vértice geodésico es el punto más alto de la sierra de Los Obesones. Vigila el Valle del Sobra, una valle de praderías e invernales que se intentó rellenar con una pequeña presa: Cabecín Altu de Canal del Agua.
4) Cabecín Altu de Canal del Agua – Majada de Entrejanu.
Se deshace el camino hasta la horcada previa al Cabecín Altu de Canal del Agua. Se atraviesa el cerco de árboles para entrar en una vaguada de matorral. Se desciende por la valleja en dirección Norte. Pronto el terreno va guiando el sendero hacia la izquierda. En este recodo la vaguada se ciega en un rincón de árboles y una profunda torca.
El sendero sigue el lecho de la valleja, en dirección Oeste-Noroeste, para recalar en una vega de pasto. Se atraviesa el pastizal hasta el Collao Obesón (1298 m.). Devolando esta collada, El Valleyón se deja caer en los regados pastizales de Entrejanu.
El camino no baja directo a la vega, sino que inicia una travesía diagonal y descendente por toda la cuesta, hacia la boca de salida del valle. En unas peñas, acabada la cuesta, mana la fuente de la majada.
El sendero choca en la Cruz de Entrejanu con la antigua calzada de los Puertos de Era, continuación de la Calzada Romana de Caoru.
La majada de Entrejanu se esconde en un valle aprisionado entre Los Obesones y el Alto el Valle, cumbre en cuyos pastos se han levantado dos canastas de comunicación. Las cabañas se concentran en una esquina del valle, mientras un arroyuelo traza surcos en su lecho. Entrejanu no vierte al Duje. El valle se ciega en los mundos selváticos de Tajaúra, Ándara recóndita.
5) Cruz de Entrejanu – Valfrío – Tobaos.
La Cruz de Entrejanu (1147 m.) es la collada superior de la vega. En esta encrucijada de caminos dobla en herradura la calzada troncal de Portudera, aquí un sendero difuminado en la campera. Por toda la vega de Entrejanu sube la vereda procedente de Vierru, medio perdida entre el bosque en las laderas del Prao de Bos.
El otro sendero desciende por la valleja en que dobla aquella calzada (Sudoeste), perdiendo la referencia de la majada de Entrejanu y con la mirada soslayada al Picu Urriellu.
El sendero se hinca en el lecho de Los Regueros; aunque la senda más marcada, en unos metros empieza a faldear por la izquierda sobre ese lecho, paralela y por debajo de la calzada. Esta ruta es la más directa para volver a Tobaos.
No obstante, también se pueden seguir las veredas que acompañan el cauce de Los Regueros. Por esta retorcida valleja se va fluyendo a la majada de Valfríu, con el reguero ceñido entre el monte y la cuesta de fincas que apuntan a Portudera.
Por las remozadas cabañas de Valfríu atraviesa la pista que viene de Tielve. Se sube por ella hacia la izquierda, para pasar a los próximos invernales de Tobaos, en el extremo final de la pista.
6) Invernales de Tobaos – Las Conchas del Barrial – Jaces.
La pista termina en la parte alta de Tobaos. Se baja rehaciendo el camino de subida hasta el Cueto Bustiello (1005 m.), donde están las cabañas de Jerrero.
En la collada previa al cueto, en vez de devolar hacia la izquierda por el Camino del Puerto, se continúa hacia la derecha, casi por la comba de la collada. El camino se coge por un pasillo ceñido entre las murias de un par de prados. La finca de la izquierda, más forestal, corona el Cueto Bustiello.
Una encañonadura se precipita sobre la carretera de Sotres, cortando por debajo el Camino del Puerto, en su morir en Jaces. El camino de Las Conchas del Barrial traza una serie de tornos por la derecha del incipiente y efímero cañón.
Traspone el canto, recortando el número de tornos que dan paso a la cabecera de otro regón secundario. Flanquea por esta cabecera para internarse en otra cabecera de cuenca, ésta más salvaje y umbría, contraste entre peña y foresta. El camino corta, oculto entre el boscaje, el apunte de desfiladero de la riega de La Amiyadoria, en cuya mecedura espera el autocar.
El camino trepa a los riscos del otro lado del bosquete. Por el Collao Cordobeyu devola a una zona más franca, donde se ve acosado por el helechal y el monte arbustivo o monte incipiente. El sendero pierde la consistencia de camino muriado, y se deja tomar por el monte. Pasa junto a una torre de tendido eléctrico. Su orientación es hacia Tielve, que ya se divisaba en distintos puntos de la bajada.
En un cruce tropieza con el camino que viene de Jaces. Mientras ambos tiran hacia Tielve, nuestra ruta tiene que doblar, por aquel camino a Jaces (donde se encuentra el aparcamiento del autocar). La mirada va buscando la carretera que sube a Sotres, a la que se tiene que bajar. Restan pocos minutos de ruta. El sendero llega a Jaces casi tocando la carretera. Asfalto y camino andan paralelos hasta que éste, se deja caer por el talud de aquélla, a unos 100 m. del aparcamiento, donde se cierra el desinflado círculo.