PUNTO PARTIDA: Cain desde el Jultayu

Amieva (590 metros).

DIFICULTAD:

Muy alta.

DURACIÓN:

9 horas para la primera jornada y 7 horas para la segunda.

DESNIVEL:

1.500 metros en el ascenso de la primera jornada y 700 para la segunda.

CARTOGRAFÍA:

Picos de Europa (Macizo Occidental) de Adrados. Escala 1:25.000.

DESCRIPCIÓN:

Primera jornada:

La pernocta de Julio ha tenido que modificarse a última hora. Del corazón de los Picos hemos tenido que retirarnos hasta las verdes praderías de Amieva.

Si Caín es la encarnación de un pueblo nacido en los abismos de la peña, Amieva es tierra de arrieros. Por la Cotada de la Visitancia bajaban las caballerías procedentes de Castilla. Abandonaban momentáneamente la Senda del Arcediano para desviarse hasta Amieva, que en su tiempo fue capital del concejo.

Habíamos programado una pernocta en la Vega de Ario y nos encontramos en un pueblo que observa en la lejanía las cortadas de Ordiales, tumba del Marqués de Villaviciosa, en el extremo opuesto de la vega cantada por otro insigne del montañismo asturiano, Lueje.

Optamos por subir a Ordiales. ¿Desechamos la idea de recalar en la Vega de Ario? Quizás sea cuestión de empezar a caminar, subir diez o doce montañas y, quién sabe, tal vez los contratiempos no se impongan sobre nuestros planes.

Lo mejor es no pensar dónde nos encontramos, en un macizo de transición entre el Sella y el Dobra, un apéndice del Cornión que lo flanquea por el Oeste y que ha dado en llamarse Precornión. Nuestros primeros pasos apuntan hacia la Senda del Arcediano, con la que compartimos fatigas hasta el Collao de Angón.

El Collao de Angón es la única ventana natural de Amieva a las cortadas occidentales del Cornión, paso hacia las vegas de la vera del Dobra. Nos valemos de la pista que remansa en los lindes de las praderías, y que en su día nos conducía en compañía de Tito, “el del Siete”, a la Central del Restaño.

La Central se encuentra a orillas del Dobra, en los límites del antiguo Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. La pista aún continúa, pues sube hasta la presa de La Jocica. Pero la sencilla aproximación toca a su fin. Dejamos el rastro de las vacas, que buscan en Bellanzo el paso a los altos puertos de Amieva, y seguimos a los vecinos de este concejo, que aunque no gozan de la fama de los cainejos, trepan por las paredes y cangas del Cornión con igual destreza.

Las dos quebradas más directas a los altos puertos de Amieva son el Canalón del Texéu y los Seos de Ozania. Aquél permite remontar directamente hasta la majada de Teyeres, bajo los contrafuertes de Ordiales, pero apenas quedan vestigios del primitivo camino, perdido bajo las pendientes playas que cuelgan sobre el canalón. Por los Seos de Ozania se alcanza el valle del mismo nombre, paso al Jou La Perra, en la depresión glaciar que se forma entre Cotalba y la Sierra Mercader.

Nos decantamos por esta opción. El circo inferior de los Seos remansa en un trecho de transición del escarpado Dobra, en el entorno de Ceremal. Por las paredes de la peña rompen las aguas de Fuente Prieta, cascada de singular belleza que soporta mal la falta de agua del estío.

El sendero se encarama en la parte alta de la cascada, por encima del cegado circo en que los Seos vierten el Dobra. La travesía al centro del embudo de Ozania finaliza en una campa cerrada. Una rampa tomada por los avellanos es la única salida factible, y da entrada al primero de los seos. Los seos se intercalan entre las cegadas pandas que penden en los cortados de Ozania, permitiendo ir enlazándolas. Desde la panda superior ya se sale al Valle de Ozania. A mitad de la acanaladura se alcanza la Cueva de Ozania.

El valle se va estrechando en su parte superior, hasta acabar casi cerrado en una cuenye. Queda interrumpido por el Pozu Mamperi, pozo inmenso que nos anuncia que hemos de abandonar el valle, llambria arriba, para entrar en el abierto mundo del Jou la Perra. Las ruinas se encuentran algo más arriba. Alguna cabaña aún conserva su techumbre de piedra. La fuente, se halla algo desplazada de la majada, en los lapiaces que conducen a los pastos de Cebolleda.

Con la altura ganada ya se puede optar por doblar a las playas que cierran el Canalón del Texéu, a través de la Boca de Les Albarques, o bien seguir remontando por terreno predominantemente calcáreo a la Collada de Santa María, entre Cotalba y la Torre de la Canal Vaquera. La primera opción llevaría hasta la majada de Teyeres, donde se encuentra el paso de subida a Ordiales; no obstante, esta segunda opción es más directa, sobre todo para aquellos que aún tengan ganas de enlazar las primeras torres del Cornión: Torre de la Canal Vaquera, Tercer Pollón y Requexón. Desde la Collada Santa María se bajaría a los Joos de Huerta. Una modesta barrera calcárea separa esta hondonada de los Campos de la Torga, por donde atraviesa el amplio camino que baja de Ordiales a Vegarredonda.

Segunda jornada:

La segunda parte de la pernocta sigue una de las travesías utilizadas por los montañeros para enlazar las majadas de Vegarredonda y de Ario, concretamente el camino cimero, por la columna vertebral del Cornión.

La primera parte del ascenso es bastante sencilla, pues sigue uno de los amplios caminos del Parque. Dicho camino es el que sube a morir al Jou Santu, que se desvía a la altura de la Llampa Cimera del que conduce a la Mazada y a Fuente Prieta. Corona el Collao la Fragua, iniciando el largo flanqueo de Los Argaos por la vertiente del Jou Sin Tierri. En las Barrastrosas suelen encontrarse las tiendas de los espeleólogos, empeñados en bajar por las entrañas de la tierra hasta las surgencias inferiores del macizo.

Al dar vista al Jou de los Asturianos se deja el camino, faldeando a media ladera bajo el Pico de los Asturianos (puntiagudo contrafuerte de la Torre de la Canal Parda) y la Altiquera (o Torre de los Traviesos). Al otro lado de esta mole piramidal, una parte del grupo puede empezar a complicarse la vida buscando el paso a la Collada Llambredas, base para el ascenso a La Robliza; en tanto que el resto se encaramará en lo alto de la columna vertebral del Cornión, subiendo a Los Cabrones. Seguirán toda la cuerda cimera de la peña, a caer por el otro lado y reunirse con el grupo procedente de La Robliza.

Enfrente se levanta la Verdilluenga, que puede bordearse por la derecha, tirándose a las profundidades del Joón, o por la izquierda, en ruta hacia la Vega de Aliseda. En este caso se tomaría el sendero que se cuela entre la Rasa y el Gustuteru, entrando en el canalón que remansa en Vega Seca, antesala de la majada de Ario. En el caso anterior, desde el Joón se pueden enlazar las ascensiones al Cuvicente y al Jultayu, recalando igualmente en la Vega de Ario.

Desde la Vega de Ario lo mismo puede escogerse alguna de las canales que caen al Cares, que retroceder hacia el Lago Ercina o a los pueblos de Onís (Demués o Gamoneo). Aunque con la cabeza ya puesta en El Polesu, creo saber la elección que prevalecerá.